Aprender a leer
Muchos pueden pensar que para aprender a leer ya están los profesores en el colegio, pero el periodo de aprendizaje en un niño es una etapa muy bonita que puede ayudarnos a entablar un maravilloso vínculo con nuestros hijos.
Además de un momento bonito, también estamos inculcando en ellos un hábito que los hará más inteligentes, ya que leyendo con ellos desde pequeños les estaremos iniciando en el mundo de la lectura, un maravilloso mundo del que solo sacarán cosas positivas a lo largo de su vida.
Aprender a leer no será algo que hagan de la noche a la mañana, claro, pero en el siguiente artículo os daremos nociones para ayudar a vuestros hijos con su aprendizaje de la lectura, y os mostraremos las etapas que el periodo de aprendizaje tiene.
La primera etapa se llama Fase de prelectura. En ella los pequeños se van familiarizando con las letras a través de juegos didácticos como cubos, letras magnéticas, etc. Además aprenderá el sentido en el que se leen las cosas, mirará con atención todas las palabras, comenzará a coger un libro, etc. Verás que le gusta que le leas sus libros, porque ellos viendo las imágenes se imaginan sus historias.
La segunda etapa llamada Fase de iniciación a la lectura se da cuando el niño es consciente de que las palabras cuentan historias. Poco a poco comenzará a asociar palabras escritas con palabras que ha escuchado, hará asociaciones entre sonidos y letras, relacionará imágenes con palabras que haya alrededor de ellas, diferenciará unas palabras de otras, etc. En esta fase verás que empieza a hacer ensayos de escritura.
La tercera etapa es la llamada Fase de aprendizaje de la lectura, y comienza cuando el niño comienza a identificar las palabras en un texto. Poco a poco irá reconociendo palabras, irá comprendiendo su significado e irá asociando unas palabras con otras hasta leer textos. En esta fase ya empezará a escribir textos simples, espaciando las palabras e incluso utilizando signos de puntuación.
La última etapa es la Fase de autonomía lectora. Esta etapa ya es la última, y en ella el niño ya identifica perfectamente las palabras y su significado, comprende bien los textos que lee, escribe o lee espontáneamente, etc.
Poco a poco veremos como alcanza la fluidez lectora, que se da cuando ya no necesita leer en voz alta para comprender lo que está leyendo. Ahora ya no necesita entonar para saber qué está leyendo, sino que reconoce las palabras con facilidad y las reagrupa mentalmente para darle significados a los textos.
