Pasos a seguir si detectamos que nuestro hijo tiene problemas auditivos

Problemas auditivos

¿Tienes hijos? ¿Has notado que en muchas ocasiones no responde ante nuestras preguntas? A pesar de que pienses que tu hijo está desobedeciendo a tus órdenes, es posible que el menor esté sufriendo una pérdida auditiva y por ello no responde a tus llamados. A continuación, te explicamos algunas recomendaciones que debes llevar a cabo si sientes que tu menor está sufriendo una pérdida auditiva.

Asegúrate de que tu hijo esté sufriendo una pérdida auditiva

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que la pérdida auditiva es real. Para ello, en caso de que tu hijo o hija todavía sea un bebé, puedes comprobarlo si este no se sobresalta cuando se producen ruidos fuertes. Otra forma es la de comprobar si voltea la cabeza hacia un sonido que se esté escuchando detrás de él una vez que se hayan alcanzado los 6 meses de edad. Si llegado el año, tu bebé no es capaz de pronunciar palabras sencillas como “mamá” o “papá”, es otra señal de que el pequeño puede padecer sordera. En caso de que notemos que el menor parece que escucha un sonido que nosotros no somos capaces, es posible que se deba también a algún síntoma de sordera o pérdida auditiva.

En el caso de que la pérdida auditiva se esté produciendo en niños, entonces debemos fijarnos en si el menor está tardando en hablar, por ejemplo. Otro signo a tener en cuenta es que no hable de forma clara y que nos cueste entenderlo. Por otro lado, es posible que no siga instrucciones, como comentábamos al principio. Puede ser el resultado de una pérdida parcial o completa de la audición. Si a menudo pregunta “¿Qué?” o si sube demasiado el volumen de la televisión es posible que nos encontremos ante una situación de idénticas características que las descritas más arriba.

Realiza pruebas de detección de pérdida de audición

Si has comprobado que tu hijo padece problemas de audición, lo más aconsejable es que acudas al centro médico más cercano para que le realicen pruebas de audición que comprueben si tu hijo pequeño está teniendo algún problema auditivo. En algunas ocasiones, a pesar de las alarmas, es posible que solamente se trate de un mal menor —como una infección— y que la pérdida sea solo temporal.

Si el diagnóstico obtenido, lamentablemente, sale negativo, no te preocupes. Actualmente existen medios necesarios para mejorar la pérdida auditiva sin que el problema suponga una sordera de por vida. Además, si tu hijo necesita aumentar su capacidad auditiva siempre puede hacer uso de un audífono que le ayude a escuchar con mayor claridad y sin que la pérdida de audición represente un problema en el desarrollo del menor, quien crecerá con total normalidad. Puedes echarle un vistazo a la sección de Audifono.es Valladolid para encontrar los mejores audífonos del mercado.

Tratamientos para la pérdida auditiva

Como comentaba más arriba, la pérdida de audición puede estar ocasionada por diferentes factores. No todos afectan de la misma manera ni tienen las mismas soluciones. Estos son algunos de los tratamientos más comunes para solucionar la pérdida de audición. El primero de ellos, y más común, es realizar una extracción de un tapón de cerumen. Muchas veces la cera que se crea en el oído se acumula en él y acaba taponando en canal auditivo, por lo que se produce una sordera temporal que tiene un remedio fácil y sencillo.

Otro de los tratamientos son los que implican procedimientos quirúrgicos. Algunas pérdidas auditivas pueden solucionarse con una operación, como las anomalías en el tímpano o huesos del oído.

Explicábamos más arriba el uso de los audífonos como solución a los problemas de audición. Con estos aparatos nuestro hijo recuperará nuevamente la capacidad auditiva y no tendrá ningún problema en escuchar con claridad al igual que lo hacía antes.

Un último tratamiento, algo más complejo que los anteriores son los implantes cocleares. En este caso, si la pérdida es más grave y los audífonos convencionales no funcionan, se puede hacer uso de este tipo de implantes que son utilizados para estimular directamente el nervio auditivo, ignorando las partes dañadas del oído.