Existen muchos tipos de termómetros distintos pero debes saber que todos no son aptos para que los utilicen los niños. En este artículo te explicamos de los diferentes tipos de termómetros que existen y te contamos cuáles son los mejores para los niños.
En primer lugar encontramos los clásicos termómetros de mercurio de toda la vida. Aunque se trata de termómetros muy fiables que siempre daban buenos resultados lo mejor será que los recicles si los tienes por casa porque ya están prohibidos y no se comercializan en muchos lugares del mundo porque incluyen mercurio, un material muy tóxico que puede ser peligroso para los humanos, la flora, la fauna y el ecosistema en general.
En segundo lugar encontramos los termómetros de oído. Cabe reseñar que algunos de estos modelos hasta se pueden usar en la frente. Destacan sobre todo porque son especialmente cómodos de utilizar pero no los terminamos de recomendar porque a veces dan lecturas falsas y no terminan de detectar la fiebre (por ejemplo en las infecciones de oído). Los modelos auriculares que funcionan por infrarrojos son exactos en algunos casos y en otros parecen no funcionar muy bien con lo que los recomendamos únicamente para los casos en que no contemos con otro tipo de termómetros y siempre teniendo en cuenta que se deben introducir con mucha cuidado en los oídos de los niños para evitar ocasionarles ningún tipo de lesión.
Sin duda en la actualidad los termómetros más eficientes y que son mejores para niños son los termómetros digitales. Se trata de un tipo de termómetros de gran calidad que cuentan con un funcionamiento rápido y seguro. Este tipo de dispositivos ofrecen unas lecturas prácticas, rápidas, fiables y eficientes. Además son una gran opción porque no cuentan con sustancias ni materiales contaminantes, siendo la mejor alternativa para medir la temperatura en los niños.
Funcionan con un sensor que suele cambiar la resistencia eléctrica teniendo en cuenta su temperatura. Se trata de termómetros muy prácticos que suelen funcionar con pilas o baterías y se pueden usar de forma oral o rectal aunque lo más normal es tomar la temperatura en las axilas. Son la mejor opción porque además avisan de cuando han tomado la temperatura y suelen ser muy exactos.
Cuando los niños son pequeños se recomienda tomar la temperatura de forma rectal pero conforma van creciendo será mejor tomarla en la axila. Además, en lo que al tiempo de medición se refiere el termómetro digital suele avisar cuando alcanza su temperatura máxima o cuando realiza la medición (entre 30 segundos y un minuto).
Además de estos tipos de termómetros también existen termómetros de tiras plásticas, una especie de parches o tiras de plástico que también sirven para medir la temperatura a partir de los cambios de color, así como los termómetros de chupete. Estos métodos no está comprobado que sean del todo fiables con lo que no son muy recomendables para usarlos en niños si queremos obtener resultados fiables.