La infancia es una de las etapas más importantes de la vida, pues es en ella cuando empezamos a formarnos tanto física como psicológicamente. La alimentación es un aspecto indispensable durante el crecimiento de un niño, y es de vital importancia cuidarla al detalle, puesto que es crucial que los niños cuenten con los nutrientes necesarios para desarrollarse correctamente. No obstante, si tu hijo es deportista, la importancia de su nutrición se multiplica, porque el tipo de desgaste energético que tiene un niño que practica un deporte específico no es el mismo que el que tiene un niño sin ese tipo de actividades.
Incluso de adultos, cuidar lo que comemos y asegurarnos de contar con una dieta completa es relevante para disfrutar de una calidad de vida mayor. No hablo solo de ser capaz de comer de todo, ya que no son pocos los que rehúsan de comer verduras, lácteos o legumbres, sino de contar con unos hábitos alimenticios sanos y de una relación con la comida saludable. Este tipo de hábitos se adquieren durante la infancia, de ahí que sea tan importante asegurarnos de que el niño recibe una alimentación y una educación nutricional completa, pero si el niño practica deporte y es algo que ocupa gran parte de su tiempo, es todavía más importante, si cabe, darle todos los nutrientes que necesita, puesto que él no puede hacerlo por sí mismo.
Si ya de por sí tienes dudas con respecto a qué es lo mejor para un niño, es probable que tengas todavía más en lo que respecta a un niño con un gasto energético tan alto. Al fin y al cabo, es igual de malo errar por defecto que por exceso, y mantener el equilibrio no es tan fácil como parece, pues a esas edades suelen ser más caprichosos en cuanto a qué alimento ingieren y cuál no. He preparado una serie de consejos que a mí me han resultado especialmente útiles para que cuides al detalle la salud de tu hijo si es un deportista nato, porque es durante su niñez cuando sentará las bases del resto de su vida y es nuestra tarea como padres asegurarnos de que esas bases son las más beneficiosas para él.
Siempre escucharás hablar de que lo más importante en una dieta es que sea variada. Se trata de un consejo que los adultos mismos deberíamos aplicar, pero, al igual que tantas otras cosas en la vida, es mucho más fácil adaptarnos a este tipo de hábitos si los adquirimos en la infancia. La dieta mediterránea se considera la mejor dieta del mundo precisamente por la variedad de nutrientes que contienen sus platos, pues tenemos la suerte de vivir en un país con acceso a todo tipo de alimentos, todos ellos de calidad. Según expertos como Nutricion24.com, la proteína es uno de los elementos más importantes en la dieta de un deportista, ya sea niño y adulto, por lo que la ingesta de proteína es algo que vamos a tener que tener muy en cuenta. Una manera muy cómoda de incluirla en la dieta de un niño en mayor medida es haciendo bocadillos para la merienda con elementos proteicos como pechuga de pollo, pescado o legumbres, siendo esto último muy recomendable si el niño está siguiendo una dieta vegetariana.
Por otro lado, si no disponemos de mucho tiempo, como le pasa a la gran mayoría de padres, otra forma rápida y cómoda de que nuestro hijo reciba la proteína y los nutrientes que necesita para practicar deporte es mediante los batidos de proteínas. Muchos adultos se han aficionado a este tipo de productos, y siempre es recomendable consultar con un pediatra y atenernos a las indicaciones que nos diga, pero no son pocos los expertos que plantean este tipo de batidos como una opción muy práctica para aportar ese nivel de proteína extra que necesita un niño más activo. Aun con todo, la proteína debe siempre compensarse con otros elementos, y lo mejor que puedes hacer es acostumbrar a tu hijo a comer legumbres, hortalizas, verduras, lácteos y todo aquello que le ayude a desarrollar un cuerpo sano y saludable.