Los niños necesitan descansar bien por la noche más que cualquier otro grupo de edad. Con un crecimiento constante tanto mental como físico, durante la noche es cuando el cerebro de un niño reúne todo lo que aprendió a lo largo del día, y es en este momento cuando el cuerpo en general, incluidos los huesos, las hormonas y la estructura física del cerebro, se desarrolla más rápidamente.
Elegir un buen colchón para tu hijo es realmente importante, a continuación, intentamos dar respuesta a algunas preguntas habituales para saber cómo comprar uno buen colchón.
Al igual que con los colchones para adultos, los colchones para niños se definen por las variedades de muelle, de espuma de látex, de espuma con memoria, incluso si son un colchón antiescaras, etc. Cada colchón ofrece diversos beneficios en función del usuario.
Los niños necesitan apoyo firme cuando duermen. Además de mantener la columna vertebral y los huesos alineados, algo muy importante a tener en cuenta en relación con su crecimiento, los colchones con firmeza media reducirán la movilidad, la inquietud y la incomodidad, permitiendo que tu hijo duerma más profundamente. Sin embargo, los bebés generalmente necesitan colchones mucho más firmes, debido a la velocidad y la forma en que se desarrollan sus huesos.
Las variedades más resistentes son las de espuma con memoria y látex, aunque cada una de ellas presenta aspectos que beneficiara a algunos niños más que a otros. Los colchones de muelles a menudo cuentan con cómodas capas que cubren los mechones, mientras que los colchones viscoelásticos, que son densos y se adaptan al cuerpo, reducirán la frecuencia con la que los niños inquietos se despiertan durante la noche. Por otra parte, los colchones de espuma de látex son muy transpirable, ideales para hogares cálidos y para los niños que odian las altas temperaturas.
Los niños que tienen alergias pueden beneficiarse de los colchones sintéticos, ya que sus fibras tienen menos probabilidades de atraer bacterias y ácaros, aunque se pueden obtener los mismos efectos con el látex natural, el algodón, la lana pura o la seda. Esto no quiere decir que el resto de colchones sean malos para los niños con alergias, ya que las fundas protectoras antibacterianas e hipoalergénicas para colchones también detendrán los síntomas.
Lo mismo ocurre si tu hijo tiene problemas con la enuresis: tanto los protectores de colchón como las almohadillas lavables ayudarán a proteger el colchón que elijas para que dure el máximo tiempo posible.
Cada tipo de colchón tiene sus pros y contras y es importante conocerlos y valorarlos antes de tomar la decisión.
El mejor colchón para un niño de 3 años es un colchón de espuma viscoelástica. Sus propiedades hipoalergénicas hacen que los insectos y el polvo no sean atraídos por ellos. Además, la espuma no es muy divertida para saltar, lo que significa que no romperán el colchón al saltar sobre él.
Si compras uno específico para bebés o niños pequeños, ten presente que estos somieres requerirán colchones más pequeños de lo habitual. Dada la rapidez con que crecen los niños de esta edad, a menudo puede tener más sentido, especialmente desde una perspectiva de costes, omitir todas estas variedades y buscar un somier de un tamaño estándar.
Con lo rápido que crecen los niños quizá no es acertado invertir en uno de grandes calidades con precio elevado ya que en breve se le puede quedar pequeño. Lo mejor es intentar buscar el equilibrio entre el precio y la calidad. Evidentemente los de látex son los mejores y más caros, pero quizá no son la mejor opción para un niño que está creciendo. Un colchón con precio medio y que da buenos resultado puede ser el de viscoelástica la relación, calidad, precio, durabilidad han demostrado que es una muy buena opción.