Uno de los lugares más peligrosos dentro del hogar para bebés y niños es el cuarto de baño puesto que hay zonas que pueden ocasionar accidentes que o bien quedan en un simple susto y poco de llanto, o tienes que ir rápidamente a urgencias para que los pequeños sean tratados por profesionales. En esta guía básica que te hemos elaborado hemos querido ante todo recoger aquellos consejos de seguridad en el baño para bebés y niños más útiles y que harán que esta rutina diaria se convierta en una actividad en la que los riesgos se vean reducidos drásticamente.
La norma esencial que todo padre debe de seguir en el baño cuando hay niños o bebés es que bajo ningún concepto se baje la guardia y mucho menos, te gires para coger un bote de champú, o incluso dejes al pequeño solo mientras vas a otra habitación por algo que se te ha olvidado. Los pequeños no son conscientes del riesgo que pueden sufrir en estos sitios y por lo tanto, su instinto va a pedirles experimentar y explorar en este lugar, moviéndose de un lado a otro y corriendo el riesgo de resbalarse y caerse, golpeándose alguna parte de su cuerpo o en el caso de los bebés que terminen con la cabeza debajo del agua y que no puedan volver a la superficie para respirar. Es importante que antes de realizar el baño al pequeño, lo tengas todo dispuesto a mano, desde los productos que utilizarás para su aseo, como las cremas hidratantes, los aceites, la esponja, los geles o incluso algún que otro juguete, como también la toalla y la ropa, teniéndolo todo cerca de ti para que puedas tocar al pequeño mientras te giras en busca de algo.
La recomendación de los especialistas es que puedas tener un plato de ducha para los niños, puesto que de esta manera no habrá exceso de agua, como podría ocurrir con las bañeras, que al dejar a los pequeños bañarse solos, en casos de que tengan más de 6 años y ya tengan esta rutina interiorizada y sean capaces de realizarla con autonomía, es que ellos pueden tener la picardía de poner el tapón de la bañera y llenársela, con el riesgo de resbalarse y que a causa de un golpe queden inconscientes con la cabeza debajo del agua o incluso que puedan meter algo eléctrico en el agua y electrocutarse. Por eso los platos de ducha pueden ser una buena solución a este problema, pero debes saber que en muchos casos es imprescindible elegir un buen modelo que cuente con una superficie rugosa, como de pizarra para que los pies queden bien sujetos y se eviten caídas innecesarias (fuente: https://asealia.com/es/).
En el caso de los bebés, que requieren nuestra total ayuda, es imprescindible que en ningún momento dejemos de mirar a los pequeños y que tampoco les dejemos a su alcance productos que puedan abrir o incluso arrojar al agua. Son muchos los casos en los que un pequeño se ha llevado a la boca un pequeño bote de gel o de aceite y ha bebido mientras los padres estaban mirando cualquier otra cosa.
Por otro lado, cabe recordar que en todo momento el adulto debe de estar en contacto con el menor, bien sea para agarrarle el cuello en casos en los que sea un recién nacido y requiera una estabilidad, como también cuando es más grande. Esta premisa te librará de sustos innecesarios que podrían provocar situaciones muy graves en tu hogar y que estamos seguros que no quieres pasar bajo ningún concepto. Tanto si vas a coger la toalla o un pañal o incluso si te apetece coger el teléfono móvil para hacerle una foto para el recuerdo, tendrás que mantener una mano sobre el menor, para que este no se gire ni tampoco se dé la vuelta metiendo la cabeza debajo del agua, o en casos en los que ya es capaz de pelear con más fuerza, caerse de la bañera haciéndose mucho daño.
Lo primordial como puedes ver es que para que el bebé o el niño esté seguro en su cuarto de baño, es que estés a su lado y le hagas saber que se trata de un lugar en el que puede correr riesgos y que deberá de extremar las preocauciones.