Hijos por el mal camino: ¿qué debemos hacer?

Hijos por el mal camino: ¿qué debemos hacer?

Cuando los niños pequeños hacen alguna trastada, incluso nos reímos de lo que han hecho, sin embargo, cuando van creciendo y sus contestaciones, sus actos, o sus modos de estar no son los adecuados, lo que menos se nos apetece es reírnos, sino todo lo contrario, queremos que ellos vayan por el buen camino, que estudien mucho para que, en un futuro puedan ser personas de provecho. Para que tus hijos no salgan mal parados, hemos creado una guía básica con consejos y trucos para saber qué hacer en todo momento.

La educación de los adolescentes empieza de niños

El primer consejo que te queremos dar es para nosotros uno de los más importantes y esenciales para que tu hijo sea una persona socialmente correcta y que no se dirija por el mal camino. A un niño hay que educarle desde su más temprana edad, ya que según científicos son los primeros años de vida cuando se forja su personalidad. Si en los primeros 6 o 7 años se le consiente absolutamente todo, al final el pequeño, pensará que ese es su papel en la vida y que todo lo que está a su alrededor le pertenece, creando de esta manera la figura del hijo tirano.

Cuando el niño es pequeño debemos de ponerle unas pautas o reglas que debe cumplir a raja tabla, incluso cuando pensamos que, para su edad, no necesita normas sociales. Es común en la actualidad que muchos padres y madres tengan que trabajar durante todo el día y por lo tanto, el poco tiempo que están con el menor, les dan todo lo que ellos quieren, sustituyendo el cariño o el tiempo que pueden estar jugando con ellos con juguetes, entretenimientos o incluso dinero. Al principio estas personas pueden pensar que están haciendo lo correcto, sin embargo, cuando van creciendo ven eso como una obligación, y siempre termina yendo a más, momento en el que ya es muy difícil enderezar el rumbo, aunque no imposible.

Responsabilidades a los jóvenes

Los adolescentes piensan que las normas no son para ellos, que deben de disfrutar de la vida tal como se les está ofreciendo, sin embargo, como sabemos esto no es así, pues deben seguir unas pautas o responsabilidades, como por ejemplo llegar a casa a una hora determinada, recoger su cuarto o hacer alguna que otra tarea del hogar. Los detectives privados de Doverty.es recomiendan que antes de que los jóvenes terminen llevando la justicia por su mano, se busque soluciones, siendo esencial una buena conversación entre padres e hijos. Cuando llega una edad, los adolescentes buscan más su independencia, tienen sus grupos de amigos, sus primeros amores y también creen que la figura de los padres es negativa para su desarrollo personal. Tienes que hacerles ver que, aunque deseen ser más independientes, deben de seguir unas reglas en casa, no imponiéndoselas, sino negociándolas con ellos.

La negociación y la comunicación con tus hijos serán unos de los pilares más fuertes si lo que deseas es que tu hijo vaya por el buen camino.

El colegio no lo es todo

Debemos de evitar, desde que los niños entran en el colegio, que este es el único medio que va a educar a nuestros hijos, un error muy repetido en muchas familias, que hacen todo lo posible para cargar contra estas instituciones. Bien es cierto que parte del día están en sus aulas, sin embargo, el resto del tiempo se debe reforzar lo que aprenden en el colegio en casa, algo que, por lo general no se lleva a cabo.

Es cierto que, poco a poco, el interés que tienen los padres por el colegio y la vida estudiantil del menor puede ir de más a menos, siendo el primer ciclo de Primaria cuando más reuniones tienen con los profesores, sin embargo, cuando ya llegan a Secundaria, no existe ni una sola comunicación con estos. Es importante que, durante todo el proceso se tenga alguna que otra reunión para saber si tu hijo va bien en sus materias o si el profesor nota algún signo de dejadez o que pueda señalar una mala actitud. Si esto fuese de esta manera, se debería de hablar con el menor o incluso asistir a una o dos reuniones con el orientador del colegio o instituto para poder encaminar al adolescente con la ayuda de un profesional.