Aunque en la actualidad ha recibido el nombre de bullying, el acoso escolar de unos alumnos a otros lleva ocurriendo prácticamente desde siempre, sin embargo, en las últimas décadas se está tomando muchas más medidas para concienciar a los jóvenes o niños de los problemas que conlleva el acoso en el colegio, como también campañas en la televisión y por otros medios que consiguen hacer ver que el bullying cierne a todos y que nadie está a salvo de sufrirlo, y es por eso que conviene detectar y actuar con rapidez para que los daños tanto físicos como psicológicos no vayan a más, puesto que es bien sabido que un acoso continuado hacia un menor puede ocasionar que dicha persona no se desarrolle correctamente y cuente en un futuro con problemas psicológicos que le haga no adaptarse a la sociedad.
Es por eso que no hay que girar la cabeza hacia otro lado, sino hacer todo lo posible para detectarlo cuanto antes y actuar si se descubre un caso de bullying.
Para la detección de un caso de bullying conviene estar atento a las actitudes y a la manera de ser de los alumnos. Por lo general, los niños son alegres, dispuestos a realizar las tareas o a relacionarse con el resto, en un niño que está sufriendo algún tipo de acoso esto no es tal, puesto que tiene miedo de recibir un trato vejatorio por parte de algún compañero, incluso de aquellos que nunca han hablado o se han relacionado con él. Esto conseguirá que el menor cada vez esté más metido en su mismo, no quiera relacionarse con nadie y esto a su vez desembocará en que nadie sentirá empatía por él puesto que, al no querer unirse con nadie más, pueden conseguir hacerle el vacío, algo que ayudará a que los acosadores hagan su trabajo y que nadie salga en su propia defensa, siendo en este caso el centro de todas las burlas.
Hemos entrevistado a especialistas de Doverty.es, los cuales conocen muy bien todos los factores para determinar si un niño está sufriendo bullying o no, y nos comentan que, por lo general, empiezan a perder el apetito y no les apetece ni incluso su comida favorita, la perdida del hambre, unida también al sueño, puesto que sufren insomnio y pesadillas nocturnas, viene dada por la creciente preocupación de volver de nuevo al lugar de estudio y enfrentarse con los abusones. Además de esto, también puede darse el caso de que el niño esté más temeroso, cualquier orden por parte de los padres o del profesorado puede ocasionar un sobresalto, un susto en el niño, cuando antes no actuaba de esa manera. De la misma manera, es muy visible la acción que puede ocurrir en el menor cuando está delante de los padres, ya que por lo general permanecerá callado, no comentará nada o simplemente preferirá estar en su habitación jugando en silencio, cuando antes de los abusos solía ser más comunicativo y más alegre.
Con las nuevas tecnologías, cuando lo que queríamos era acercarnos más a nuestros familiares y amigos, en ocasiones lo que conseguimos es alejarnos, puesto que con ellas nos centramos más en las publicaciones que hacen los famosos que en lo que puede pasar en nuestra propia casa y es común escuchar a padres llorando diciendo que estaba ocurriendo delante suya, que estaba teniendo las señales justo delante y que no les estaba prestando atención porque estaban enfrascados en otros temas en vez de centrados en su familia.
Es por eso que es primordial que exista una comunicación desde los primeros años de vida con el menor, de esta manera el pequeño podrá sentirse cómodo contando todo lo que le ocurre en el colegio o fuera del mismo. De esta manera, si recibe acoso por parte de alguien se sentirá seguro de contártelo, no le dará vergüenza de nada de lo que pueda contarte.
Es esencial que cuando te cuente algo, puedas darle apoyo psicológico, hacer que se sienta bien contigo, diciéndote todo lo que siente y cómo se siente, es un paso muy importante que pueda confiar en ti para este hecho y es el inicio para una buena actuación frente al bullying. Por otro lado, recuerda que los niños que sufren acoso en el colegio suelen ser niños que están viendo que su autoestima está quedando algo tocada, por lo que muchos de ellos se sentirán mal, incomprendidos e incluso podrán pensar que la culpa de todo la tienen ellos. Deberás de quitarle esas ideas de la cabeza y motivarlos y reforzar al máximo su autoestima para que se sientan seguros de sí mismos.
Lo primordial en estos casos es que el profesor o maestro de los alumnos afectados, es que jamás miren hacia otro lado, puesto que esto puede tratarse de una acción a juzgar y que puede costar bastante caro. Es por eso que siempre que se escuche un comentario que tenga connotaciones negativas hacia un niño, se deberá de llamar la atención a aquel que lo ha mencionado, para que de esta manera se pueda respetar todo y que el abusón no quede indemne de lo que ha dicho.
Si el acoso escolar lleva ocurriendo desde hace tiempo y se tiene todo tipo de pruebas, se aconseja realizar una reunión en la que se encuentre tanto los niños afectados como también los padres, para mantener una charla y comunicar el caso que está ocurriendo. En el caso de los padres del niño que está abusando del resto, se considera que el profesorado pueda hablarles de terapias para niños en los que se trabaja el odio y la ira, con el fin de encontrar el motivo por el que realiza esas acciones.
Respecto a la interacción de los niños que suelen quedarse más aislados, lo ideal es que se pueda fomentar las actividades grupales en la que todos participen juntos y puedan aportar su granito de arena, de esta manera podrán sentirse mucho mejor y más animados, sabiendo que son parte de ese todo, por lo que su autoestima crecerá.