Inculcar en los niños unos hábitos alimenticios desde muy temprana edad es algo esencial ya que el problema de la obesidad infantil está cada día más presente y, lo que es peor, la cifra de niños obesos aumenta año tras año. Actualmente ésta está cifrada en un 10% de los niños.
Y hacer frente a este problema es vital porque la obesidad en los niños puede acarrear problemas en el menor tanto a corto como a largo plazo.
A corto plazo podemos encontrarnos con problemas de salud como diabetes tipo II, alto nivel de triglicéridos y colesterol, hipertensión o trastornos hepáticos. Eso sin contar los trastornos psicológicos o los problemas de autoestima que se pueden derivar de la reacción de la sociedad.
Y a largo plazo también podemos observar adversidades. El más grave de ellos es el que muestra que la obesidad puede llegar a acortar la vida hasta en 13 años.
Partiendo de estas consecuencias, ¿cómo tratar la obesidad infantil? Básicamente con dos actuaciones: inculcar un tipo de vida saludable y enseñar hábitos alimenticios correctos. Y esto se le enseña al niño desde el entorno familiar. Como en todo con los hijos, el ejemplo de los padres vale más que mil palabras.
Desde pequeños debemos animar a los niños a consumir frutas y verduras, grandes pilares de una alimentación correcta. Desde muy pequeñitos debemos alimentar a nuestros hijos con este tipo de alimentos, porque cuando comienzan a dar sus primeros bocados, su paladar está por enseñar. Si les acostumbramos a estos sabores, de mayor los comerán encantados.
Cuando sean un poco más mayores, lleva a tus niños al mercado, que sean ellos los que elijan la fruta y la verdura. Los snacks y las chocolatinas tienen colores muy llamativos, pero las frutas y las verduras también. Haz que se sientan atraídos por el vivo colorido de estos alimentos.
También podemos inculcarles el valor de una dieta equilibrada, observando con ellos la pirámide alimenticia, explicándoles el valor de cada tipo de alimento y la importancia de consumir de todos ellos, etc. Preparar la comida junto a ellos también es un hábito muy saludable que les inculcará poco a poco el amor por los alimentos. Si aprenden a manipularlos, aprenderán a degustarlos.
Y, ¿qué hacer con los alimentos menos aconsejables como los snacks, las bebidas gaseosas o chocolates? Pues en ningún momento prohibírselos rotundamente, pero sí ayudarles a entender que no son buenos para su salud y controlar su ingesta.
Para el caso de las bebidas gaseosas les mostraremos alternativas igual de ricas como los zumos, para los snacks les ayudaremos a escoger tentempiés saludables, etc.
Prueba también a inculcarles hábitos a la hora de ingerir los alimentos. Hablamos de no comer mirando la tele sin prestar atención a los alimentos, masticar pausadamente cada bocado, etc.