El miedo a la oscuridad en niños es mucho más común de lo que pensamos. Muchos estudios han demostrado que el temor a la oscuridad forma parte de los miedos de los niños de manera habitual. El miedo comienza cuando el niño comienza a tener consciencia de lo que le rodea. Puede comenzar a los 18 meses, pero normalmente suele aparecer a partir de los tres años. Ese miedo se tiene que tratar. Según el estudio, en la gran mayoría de casos suele desaparecer a los 9 años, aunque en ocasiones se puede extender muchos más años o incluso puede durar toda la vida si no se trata adecuadamente.
Para ayudarte a que el niño elimine esos miedos te vamos a mostrar una serie de trucos con los cuales conseguirás que se olvide de ese temor con facilidad.
Se ha demostrado que la mejor manera para eliminar el miedo de los niños es a través de los juegos. Con ellos se podrán divertir y se darán cuenta de que el miedo es infundado y no pasa nada por dormir en absoluta oscuridad. Por ejemplo, los juegos clásicos como la gallinita ciega son una buena opción para eliminar esos miedos. Por supuesto, siempre tenemos que estar a su lado y eliminar los obstáculos. No queremos que se haga daño durante el juego y el miedo pueda ir a más.
Los juegos son usados por muchos psicólogos que ayudan a los niños a eliminar el miedo a la oscuridad. También se puede optar por contar cuentos de noche, nunca de miedo. Otro juego muy efectivo es el juego de tacto. En la oscuridad dejamos que los niños toquen cosas y tienen que averiguar que es. Estos juegos sencillos la verdad dan muy buenos resultados.
No es malo dejar una pequeña luz encendida para que el niño o la niña estén más tranquilos y puedan ver que no hay ningún monstruo debajo de la cama. Siempre tiene que ser una luz tenue que no les desvele. En seguridad10.top/mejores-luces-quitamiedos/ podemos ver una amplia variedad de luces quitamiedos. Son luces suaves que tranquilizan a los niños, pero que les permite conciliar el sueño con facilidad. No se recomienda dejar la luz de una lámpara dada porque no se está haciendo ningún bien al niño. Hay que enseñarlo que la oscuridad no es mala y con ese tipo de luz se consigue el efecto contrario cuando se apaga en su totalidad. La mejor terapia se realiza con luces quitamiedos. Y si están incluidas en un diseño divertido, mucho mejor.
Muchos padres se desesperan y finalmente apuestan por dejar la luz dada. Se ha demostrado que no es la solución adecuada, incluso si se deja la luz del pasillo encendida.
Un truco que es muy efectivo es que cuando el niño se despierta y llora por miedo a la oscuridad no encendamos rápidamente la luz. Tenemos que acudir a consolarlo pero con la luz tenue para que vea que nos movemos en la oscuridad sin ningún temor. Si notan naturalidad en nosotros, finalmente se acostumbrarán a la oscuridad y perderán ese miedo. Si se comete el error de encender rápidamente la luz en cuanto llora, lo que hacemos es afirmar su teoría. La cual es que la oscuridad da miedo y la luz erradica ese temor. Por ese motivo los expertos solo recomiendan encender la luz únicamente una vez que el niño se haya calmado.
No todos los niños tienen los mismos miedos. Para erradicarlos es importante conocerlos. Los expertos siempre nos recomiendan preguntar a los niños que es lo que les da miedo para demostrarles que no tienen nada que temer. Los lugares que más miedo suelen provocar son debajo de la cama y el armario. Si el niño llora, lo que tenemos que hacer es mostrarle que no hay ningún monstruo en esos sitios. Hay que tener paciencia y mostrárselo en más de una ocasión para que se vayan dando cuenta de que ese miedo realmente es fruto de su imaginación. Por supuesto, no solo se puede mostrar por la noche. También se puede mostrar a través de juegos durante el día. El objetivo es que el niño se dé cuenta de que la casa es realmente segura. Sin olvidar que no hay que dormir a su lado porque se puede acostumbrar. Tiene que aprender a superar sus miedos por solo o sola.
Las rutinas harán que el niño pierda parte de esos miedos. Se ha demostrado a través de muchos estudios que los niños se relajan a través de las rutinas. Además, les ayudarán a conciliar el sueño. Con una rutina se consigue eliminar los temores nocturnos con algo más de facilidad.
Por ese motivo se recomienda que la rutina de ir a la cama y apagar la luz es algo normal. Si se acostumbra a hacer esas cosas, perderá ese miedo y comenzará a conciliar el sueño de manera más sencilla. Por otra parte se demuestra que los relatos también ayudan a que el niño se tranquilice con más facilidad.
Para finalizar, se recomienda no contar cuentos de miedo a los niños que tienen miedo a la oscuridad. Ese tipo de historias no harán otra cosa que incrementar sus temores. Por ese motivo, si quieres leerle cuentos, siempre tienen que ser alegres y al poder ser con final feliz. Hay muchas historias que le gustarán y le ayudarán a perder sus miedos.
Y recuerda, la paciencia es fundamental para conseguir tener éxito. Con un poco de trabajo esos miedos serán eliminados. Lo importante es quitarlos porque en la edad adulta es mucho más complicado eliminarlos.