En muchas ocasiones nos da la sensación de que los niños ya nacen con las nuevas tecnologías escritas en el ADN. Pero la pregunta es, ¿es buenos que los niños estén mucho tiempo usando los móviles y o las tablets?
Como nos ha comentado nuestra especialista pediatra, un niño menor de 2 años que comienza a usar el móvil como la tablet está en riesgo de sufrir alguno de los siguientes problemas.
Se ha demostrado que los niños que usan las nuevas tecnologías antes de tiempo tienen problemas a la hora de hablar correctamente, tardan más en adquirir un vocabulario fluido y sobre todo su lenguaje es mucho más pobre. No quiere decir que si el niño está en pocos minutos usando el móvil sufra este problema, pero si su exposición es elevada, puedes estar seguro de que tardará mucho más tiempo en hablar correctamente.
También se ha demostrado que los menores tienen muchos más problemas a la hora de organizar las cosas en el cerebro. Como el cerebro no organiza las cosas correctamente, ya que tiende a pensar que las nuevas tecnologías lo harán por él, esto puede traducirse en problemas a la hora de madurar y sobre todo a la hora de adquirir nuevos conocimientos. Como bien sabes, a esta edad aprender es muy importante. Todo esto podría provocar problemas a medio y largo plazo a nivel escolar.
Por supuesto, todo esto hará que su conducta pueda ser agresiva cuando no tienen delante la pantalla que tanto les gusta. Como podemos leer en la web doctormanzana.com, el móvil funciona como una pequeña droga que engancha al niño. Y cuando no la tiene, exige tener el móvil a través de un comportamiento agresivo provocado por la frustración. Sin olvidar que también provocará problemas de atención y una mayor hiperactividad. Cosas que no son para nada recomendables en los niños de tan poca edad.
Si tu hijo tiene más de dos años, también les tienes que dejar las nuevas tecnologías con moderación si no quieres sufrir otros problemas.
A partir de los tres años, los niños que juegan demasiado y pasan horas y horas sentados delante de una pantalla sufren un mayor riesgo de sufrir obesidad. Esto se debe a que a esta edad el cuerpo necesita hacer mucho ejercicio, pero el niño no hará esa actividad física porque estará sentado jugando delante del móvil.
Se ha comprobado que un uso intensivo del móvil también provocará que el niño tenga trastornos del sueño. Esto se ha demostrado en niños como en adultos, sobre todo si se usan antes de irse a la cama. Esto se debe a que la pantalla dificulta la liberación de la melatonina, la cual ayuda a conseguir el sueño con facilidad. a esto hay que añadir que con la luz azul el cerebro estará en alerta, es decir, el niño tendrá muchos problemas para conciliar el sueño y cuando lo consiga, no podrá descansar adecuadamente.
Según hemos podido saber de la mano de nuestro profesional, el uso de pantallas para menores de dos años tendría que ser mínimo y a partir de los tres años ir añadiendo contenidos educativos poco a poco.
A la hora de elegir un tipo de pantalla u otro, se ha demostrado que lo mejor es la televisión, mientras que los móviles y las tablets no son recomendadas.
Si has leído el artículo, ya sabrás que no deberías entretener a tus hijos con una pantalla si tiene menos de dos años. Así ayudarás a que su cerebro se pueda desarrollar correctamente y no le harás obtener un vicio innecesario.
Por su parte, los niños de tres a seis años no deberían de disfrutar de más de una hora de pantalla para tener la certeza de que su desarrollo es el adecuado. El problema es que cuanto más mayores son, más horas de pantalla quieren y los padres se las suelen dar. Pero de pequeñitos, cuantas menos horas, mucho mejor.