Consejos para eliminar el miedo al dentista en niños

Consejos para eliminar el miedo al dentista en niños

La odontofobia infantil es uno de los miedos más comunes de los niños. Muchos padres tienen un gran problema y es que nada más pronunciar que el niño tiene que visitar al dentista, el mismo se pone histérico porque no quiere realizar esa visita. Si quieres evitar estos problemas, te invito a tener en cuenta los siguientes consejos.

Acostumbra a tus hijos que el dentista es algo natural

Desde muy pequeños deberán acostumbrarse al dentista. Debes enseñarles que el dentista es un médico que sanará su boca sin producirle nada de daño. Es más, si el niño visita al dentista de manera regular, lo verá como algo natural.

Eso sí, debes evitar meterle miedos, porque este miedo lo guardará y luego tendrá verdadero pavor a la hora de visitar al especialista. Ten en cuenta que hay padre que en plan de broma amenazan a sus hijos con ir al dentista. Este tipo de amenazas hacen que los miedos crezcan y por ello luego el niño odio y no quiera visitar al dentista.

Para evitar este tipo de problemas, te recomiendo llevar a tu hijo al menos cada 6 meses para que vea esta visita como algo rutinario. Y recuerda, tu hijo deberá visitar al dentista por primera vez como muy tarde a los 3 años.

Los padres deben visitar al dentista

Otro factor que hace que muchos niños no quieran visitar al dentista es que los padres no lo visiten, bien sea por miedo o por falta de tiempo. Se ha demostrado que los niños de padres que visitan a dentista con regularidad no tienen tanto miedo como los niños que ven que sus padres no visitan nunca al dentista.

Para mostrar a tus hijos que el dentista no hace daño, puede ser interesante que un día te lo lleves contigo a un dentista, como nos recomiendan desde este centro dental de Granada. Así verá que no hace daño, por lo que buena parte del miedo se le quitará.

Apuesta por un dentista especializado en niños

No todos los dentistas van a ofrecer el mismo trato a tus hijos. Para evitar este problema, te recomiendo que lleves a tus hijos a un dentista que esté especializado en niños. Este tipo de dentistas siempre suele tener la clínica preparada para distraer a los peques y conseguir que la espera les sea lo más corta posible. Además, cuentan con profesionales que tienen claro como tratar a los niños para que se sientan a gusto. Si tu hijo visita a un dentista y ve que no le hacen daño y además incluso se lo pasa bien, seguro que perderá el miedo. El problema viene dado cuando la experiencia no es positiva. En este caso cogerá todavía más miedo y será mucho más complicado convencerle de que debe ir al dentista. Si no te la quieres jugar, llévalo siempre a dentistas especializados en niños.

Los padres deben tener una actitud positiva

Como leemos aquí, los padres siempre deben tener una actitud positiva para transmitir tranquilidad a los pequeños. Y es que en muchas ocasiones el problema son los padres, los cuales están nerviosos por la visita y este nerviosismo es captado por los niños.

Para conseguir este objetivo, es una buena idea explicar a tu hijo donde va, que le van a hacer, siendo siempre lo más natural posible. No cometas el error de prometerle ir a hacer una actividad deportiva y llevarlo por sorpresa al dentista. Es una técnica que en las películas parece que da resultado, pero solo en las películas. En la vida real hará que tu hijo o hija tenga todavía más miedo a este profesional.

Y no olvides usar frases que puedan meter miedo a tu hijo de manera indirecta como la típica frase “no tengas miedo, que no te van a hacer daño”. Si dices esta frase, tu hijo asociará que hay probabilidades de sufrir, de aquí que se niegue rotundamente a esta visita.

El premio

A los niños les encanta recibir regalos. Muchas clínicas dentales ofrecen a los niños regalos si se portan bien. Si la clínica a la cual le llevas no se lo das, siempre se lo puedes dar tú. El objetivo del premio siempre debe ser el de conseguir que se tranquilice pensando en el premio.

Si tu hijo se porta como un campeón, luego no debes olvidar darle su premio, porque sino esta técnica no tendrá validez en el futuro. En este caso, el regalo no debe ser de demasiado valor. Por ejemplo puede ser interesante comprarle una peonza, un paquete de cromos, un juguete barato… lo importante es ofrecerle felicidad.

Con estos consejos y un poco de paciencia conseguirás que tu hijo no tenga miedo al dentista y cada visita al profesional deje de ser todo problemas. Así podrá tener una buena salud bucal desde pequeño y evitar sufrir problemas bucales cuando sea mayor.